En la era digital en la que vivimos, la tecnología blockchain ha marcado un importante hito de innovación sobre todo por la seguridad que ofrece en sus operaciones. Una de las aplicaciones más prometedoras de esta tecnología son los Smart Contracts o contratos inteligentes. Estos contratos permiten la automatización de acuerdos y transacciones que brindan a su vez eficiencia, transparencia y seguridad proveniente de la tecnología blockchain.
En 1996, el criptógrafo Nick Szabo creó el concepto de Smart Contracts como un grupo de promesas especificadas en forma digital que las partes ejecutan1. Por tanto, son contratos traducidos en programas informáticos que se ejecutan automáticamente sin la necesidad de intermediarios. Estos programas pueden definir reglas y consecuencias basadas en la lógica programada; y también tomar la información acreditada en ellos para procesarla según las reglas establecidas.
En resumen, este tipo de contratos automatizan transacciones y permiten que las partes actúen según los resultados de un evento sin la necesidad de una autoridad central o intermediario, pues son programas informáticos basados en tecnología blockchain.
Componente fundamental de los Smart Contracts son los Distributed Ledgers o libros de contabilidad compartidos, que se explican brevemente a continuación:
Distributed Ledger - Este término se refiere a libros de contabilidad distribuidos en nodos2, que son registros inmutables de transacciones dispuestas en una secuencia a lo largo del tiempo. Estos libros de contabilidad son compartidos por todas las partes involucradas y se ejecutan de la siguiente manera:
El consenso garantiza que todas las partes involucradas en una transacción estén de acuerdo con los términos y condiciones establecidos en el contrato inteligente. Cada nodo participante verifica la ejecución correcta del contrato y registra la transacción en el ledger distribuido. Este enfoque descentralizado y basado en el consenso elimina la necesidad de confiar en una entidad centralizada, brindando mayor confianza y seguridad en las operaciones.
En términos legales, los Smart Contracts deben abordar diversos matices jurídicos, como:
Los contratos acordados no pueden modificarse arbitrariamente debido a su base en tecnología blockchain. Sin embargo, es necesario incluir la posibilidad de modificar automáticamente el contrato bajo condiciones específicas, como el plazo de duración, para adaptarse a situaciones particulares y evitar conflictos entre las partes.
Ofrecen mayor claridad y confianza en ciertas transacciones al eliminar la necesidad de confiar en una entidad centralizada. La tecnología blockchain proporciona un registro inmutable y verificable de todas las transacciones incluidas en el contrato, reduciendo la posibilidad de fraudes y malversaciones.
Los datos sensibles están protegidos mediante criptografía avanzada, lo que reduce el riesgo de brechas de seguridad y robos de información. Además, la tecnología blockchain garantiza la integridad de las operaciones al proporcionar un registro inmutable de las transacciones.
Le legislación ecuatoriana define a este tipo de contratos en el Código de Comercio como contratos inteligentes producidos por programas informáticos usados por dos o más partes, que acuerdan cláusulas y suscriben electrónicamente3.
Aunque puedan presentar numerosas ventajas, también pueden surgir disputas legales relacionadas con su aplicación, como la falta de una autoridad central para resolver conflictos entre las partes, la identificación de responsabilidades en caso de fallas en el sistema o defectos en los programas elaborados por técnicos que no necesariamente cuenten con la capacidad jurídica para reflejar en los programas la voluntad de las partes o de respetar el marco jurídico vigente, la posibilidad de demandas por incumplimiento contractual, entre otros.
La adopción de esta herramienta puede plantear desafíos en cuanto a los mecanismos de resolución de conflictos en caso de disputas. En el momento de suscribir el contrato, se asume que se conocen todas las posibles variables que podrían surgir. Sin embargo, es importante entender qué sucede si una de las partes no está satisfecha con el resultado de la ejecución parcial o total del contrato y considera que se han perjudicado sus intereses. De lo anteriormente expuesto, surge la pregunta de cuál sería el mecanismo más adecuado para resolver controversias en su ejecución.
Finalmente debemos mencionar que a medida que la tecnología blockchain continúa evolucionando y encontrando aplicaciones en diversos sectores, es probable que los smart contracts desempeñen un papel cada vez más importante en la transformación digital de las transacciones comerciales y legales como por ejemplo en las operaciones bancarias. Sin embargo, también es importante tener en cuenta los desafíos legales y técnicos asociados al cumplimiento de regulaciones y las mejores prácticas para garantizar su eficacia y confiabilidad en el futuro.
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