De acuerdo con la normativa ecuatoriana, un color aislado no cumple con los requisitos de distintividad necesarios para su protección, ya que no se considera suficientemente distintivo por sí mismo. Sin embargo, cuando ese color se encuentra claramente delimitado por una forma o se combina de manera distintiva con otros elementos gráficos, puede ser registrado como parte de una marca.

Es fundamental que la distintividad sea valorada en su conjunto, es decir, no solo por el color, sino por cómo éste se presenta y se asocia con otros elementos que lo acompañan, como la forma, el diseño o el conjunto completo de la marca.

Psicología del color para Marcas.

El color en las marcas desempeña un papel crucial en la percepción del consumidor y puede influir en su posicionamiento en el mercado. Un color puede transmitir distintas sensaciones y emociones que atraen al consumidor a adquirir dicho producto o servicio. Desde la perspectiva de la psicología del color aplicada a la propiedad intelectual, se puede evidenciar como grandes industrias asocian el color conforme el giro de negocio y el público al cual están destinados sus productos. Se pueden considerar los siguientes criterios:

1. Diferenciación y Distintividad: Un color puede dotar a una marca de distintividad intrínseca o adquirida. La combinación de colores no debe generar confusión con marcas preexistentes en la misma clase de productos o servicios.
2. Asociación Emocional y Perceptual: Los colores evocan emociones y asociaciones específicas. Por ejemplo:
   • Rojo: Energía, pasión y urgencia, se utiliza en industrias de alimentos y entretenimiento.
   • Azul: Confianza, profesionalismo y estabilidad, se utiliza en industria de la tecnología y financiera.
   • Verde: Este color evoca naturaleza, salud y sostenibilidad, utilizado para industria de energía, alimentos, bebidas y salud.
   • Amarillo: Un color que transmite optimismo, juventud y seguridad, utilizado principalmente en industria de alimentos, transporte y construcción.

En definitiva, el hecho de utilizar el mismo color que una marca registrada de un competidor no necesariamente implica una vulneración de los derechos de esa marca. Existen numerosos ejemplos en los que diferentes marcas, aún dentro de la misma clase internacional, emplean los mismos colores o combinaciones de colores sin que ello genere conflicto.

 Por lo tanto, no es el color en sí, sino la forma en que se usa y se distingue en el mercado lo que determinará si existe o no riesgo de confusión y, por ende, si se puede conceder su registro.

Recuerda que en el mundo de la propiedad intelectual, cada detalle cuenta y la protección de tus derechos dependerá de cómo se estructuren y presenten esos elementos distintivos. Si tienes dudas sobre el registro de tu marca o su distintividad, no dudes en contactarnos. ¡Estamos aquí para ayudarte a proteger tu creatividad y tus activos!